Cartel Armaos

Texto leído en la presentación del cartel de los Armaos 24 de Febrero 2025.

Buenas noches, Ante todo quiero dar las gracias de corazón, a los Armaos, por este encargo tan bonito y entrañable, por vuestra acogida y facilidades representadas en vuestro capitán Fernando, todo un honor de verdad. A la querida Hermandad de la Macarena anfitriona de este acto . A Pepe Galvez, por su magnífica presentación y sobre todo por el afecto que destilan sus palabras, especialmente las dedicadas a mis padres. A todos los que siguen incansables creyendo en mi .
Yo no soy cartelista, si me apuran, casi que ni pintor, porque lo que me gusta es principalmente contar cosas. A veces es cierto que pintando, otras escribiendo o diseñando, en cualquier labor que haga lo que me gusta es comunicar, que haya además intra historia en mi trabajo. Por eso me ha gustado especialmente hacer esta obra, porque hay mucho debajo de la capa de oleo con el que está hecha. Y aunque quizás este cartel, no sea representativo de mi forma de pintar más habitual, sí lo es de mi forma de sentir y de expresarlo.
Desde pequeño me encantaba ver los Armaos, influenciado además porque a mi madre le fascinaban. Ella que era más de San Román que la ojiva, esperaba siempre con alegría la visita de la Centuria, porque era lo que más le gustaba de la semana santa....después de los Gitanos.
Recuerdo de niño, como el Jueves Santo, una vez que pasaban los Negritos por mi casa de la calle Escuelas Pías,nos tomábamos con tranquilidad la tarde, para afrontar descansados la noche más hermosa. Pero cuando por Matahacas nos llegaban los ecos de los tambores y las cornetas... no se me olvidará jamás como mi madre, con la misma ilusión que nos avisaba el 6 de enero, de la llegada de los Reyes, nos gritaba, “ya están aquí los Armaos” “ya están aquí los Armaos”. Y allá que con mis hermanos, mis padres y la abuela, volábamos escaleras abajo para verlos llegar a su visita a los Gitanos, la devoción de mi casa. Algún año incluso pasaron bajo nuestros balcones y ver ese bosque de plumas desde arriba, es algo impactante y mágico para los ojos de un niño.
Por todo ello, he querido que esta obra sea el testimonio de mi niñez, recuerdos y vivencias guardadas en el alma. Y para simbolizarlo en el cartel, he escogido el contenedor donde guardaba mis tesoros de la infancia, que no es otro que una caja de “mantecaos” del Mesías. Esa caja que llevaba en la tapa la Virgen Macarena y la Giralda, que tanto me gustaba y que impaciente esperaba, a que se acabasen los dulces para ser su propietario. Tanto lo deseaba, que para conseguirlo era capaz de comerme hasta el mantecao de coco.
He querido pintar algo que hace honor al mes de diciembre, que es mi tiempo predilecto por la llegada del Mesías precisamente. Mes tan macareno además y tan especial este año, porque pude acompañar durante horas a la Virgen en su salida extraordinaria, procurando caminar a su lado sin molestar, pero disfrutando de esa vista privilegiada y comentando constantemente con mi compadre “ es el perfil de la caja del Mesías”. Sin adivinar que tres días después, me ofrecerían el honor de ser cartelista del pregón de los Armaos y tomaría esta idea para realizarlo.
Nunca dudé que escogería este fondo para mi obra, siendo además un año Jubilar que tiene como lema “peregrinos de esperanza” . Y eso es la Centuria de la Macarena, gente que lleva la Esperanza por donde pasa . El texto ha sido realizado también con la caligrafía típica de los productos del Mesías, con esa M tan característica y reconocible.
Sobre esta caja de mi infancia, quise poner imágenes de los Armaos en diferentes momentos de su recorrido. Y para seguir viéndolos con ojos de niño, no se me ocurrió mejor forma, que representarlos como si fuesen cromos antiguos, enlazados unos con otros en un solo pliego. Con el dibujo más ingenuo que el resto del cartel y simbolizando en esas escenas, las virtudes que son santo y seña de este colectivo.
Empiezan estos cromos por supuesto con el Señor, en su paso, acompañado por el romano de su misterio y colocado sobre el remate de la Giralda del fondo, en el lugar del Giraldillo , ocupando el espacio que en la torre corona la imagen de la Fe, encarnando así con el Señor de la Sentencia, la Fe de los Armaos.
Le sigue un Armao portando el Senatus , marcando el centro del cartel con el emblema de la Centuria, más conocido por todos como el Pájaro . A la derecha va otro integrante, tocando ese tambor de redoble característico, uniendo en el cromo, la música tan importante para la Centuria y esas visitas a otras Hermandades . Con el fondo de la ojiva de San Román en el recuerdo, que casi me parece oír sus pisadas en la rampa.
En la parte inferior del cartel, está el futuro, representado en ese cornetín tan entrañable como piropeado. En el niño que lo acompaña, rememoramos ese encuentro con los enfermos que se produce en el Hospital, llevando impreso en el pijama el logo de la tarjeta de los Donantes de órganos. Un guiño que hago siempre que puedo, por el patronazgo de mi Virgen y para recordar hoy ,una historia de plumas tras los cristales, que me contó un admirado amigo aquí presente. Seguidamente encontramos un Armao desfilando feliz y contagiando esa felicidad a todos los que lo ven pasar, con esa marcialidad que da el barrio de la Macarena.
Finalmente, vemos como un componente de la Centuria cumplimenta a una Hermana de la Cruz, que le ofrece a besar el Rosario, haciendo presente así la hermosísima advocación gloriosa de la Hermandad . He querido poner una hija de Santa Ángela, porque no todos los colectivos pueden decir que tienen un milagro entre sus filas .
Precisamente a su lado, un animal contempla la escena, porque personifica la lealtad , la protección y el compañerismo, méritos indispensables para pertenecer a la Centuria de la Macarena. Todo ello encarnado en un perrito, el de Carre. Nada mejor para un cartel de los Armaos que aparezca un Pilatos ,aunque sea canino. Estos últimos dos cromos, forman un corazón con la silueta de sus plumas, por el que asoma la cara de la Virgen, con ello he querido mostrar como en el corazón de la Centuria siempre habita la Esperanza.
Espero sinceramente que guste, eso es lo que he pretendido ilusionado. Y que sirva para anunciar un acontecimiento tan entrañable,. Aunque me daré por satisfecho, si al menos un niño o niña, toma un cartel y lo recorta para jugar feliz con los cromos. Concluyo dando infinitas gracias de nuevo, sólo decir , que en la tormenta de ideas que anoté antes del boceto , hice una declaración de intenciones que como suelo, escribo unas veces en la obra, otras bajo ella o como en este caso tras ella. Y que expresa lo que quería reflejar en el cartel , para que que si no lo he conseguido en la pintura, al menos haya quedado plasmado en el soporte. Dice así:
Este cartel es mi Historia
la caja de mis afectos
es un surtido selecto
de la más dulce memoria,
es ver de lejos su Gloria
sobre un friso de Ramitos,
cuando en campana tirito
por un parón “mu malaje”.
Es almanaque “vintage”
de pescados Angelito.
Es centuria de visita
que a San Román va llegando
mi abuela cantiñeando
una copla de Juanita,
es su perfecta carita
en el perfil de Haretón,
encuentro en la Anunciación
por la lluvia inoportuna,
foto sepia entre aceitunas
de un puesto en la Encarnación.
Latín de acento andaluz
para el milagro de Carre,
y es que no hay pluma que narre
aunque sea de avestruz,
que una Hermana de la Cruz
salvó a un súbdito de Roma.
Es un zaguán con Palomas
y es manto que esa mañana,
teje rosas Vaticanas
cuando el sol lo policroma.
Es devoción de cabales
“nagua” roja fleco gualda,
es Alfonso y Esmeralda
gracia que brota a raudales.
Es vivencia entre cristales
de un chiquillo “trasplantao”
su entrecejo “dibujao”
por el trazo de mi padre,
y es el grito de mi madre
“ya están aquí los Armaos”.